CÓMO FIJAR OBJETIVOS INTELIGENTES: ¿ES S.M.A.R.T LA MEJOR METODOLOGÍA?
S.M.A.R.T. Esta polémica metodología se ha vuelto a poner de moda en los últimos años para la definición de objetivos estratégicos y puede ser una gran aliada para que tu proyecto avance.
Se trata de una metodología sobre la que no está clara ni la autoría -Peter Ducker o George Doran, son dos de los expertos a los que se les adjudica esta técnica-, ni tampoco hay consenso sobre el significado de sus siglas S.M.A.R.T:
· Specific (específico)
· Measurable (medible)
· Attainable (alcanzable)
· Realistic (Realista)
· Timely (a tiempo)
También se cree que la “R”, se refiere a “Relevant” (Relevante), incluso la “A”, a veces se relaciona con “Achievable” (Realizable).
Lo que está claro y aceptado por todos es que se trata de una herramienta que permite analizar los objetivos que te marquen el camino a seguir, considerando todos los aspectos clave que debe tener un objetivo para poder ponerlo en marcha, medir su consecución y valorar si realmente ha tenido el efecto deseado.
Dichas metas deben ser claras y alcanzables. De esta forma, te ayudarán a saber qué es lo que realmente necesitas y qué debes hacer para lograrlo en un periodo de tiempo determinado. Es decir, permite hacer que los objetivos sean “inteligentes”, al convertirlos en específicos, medibles, alcanzables, realistas y a tiempo.
A continuación, vamos a hablar de cada uno de estos criterios para que sepas cómo llevarlos a la práctica.
Objetivo: Específico
El objetivo debe ser muy concreto, ya que tiene que dar respuesta a la pregunta: ¿Qué quieres conseguir? Por ejemplo, si tu propósito es aumentar las ventas un 30% durante los próximos dos años, el objetivo específico es ese incremento del 30%.
Para lograrlo, también tienes que tener claro cómo vas llevar a cabo esa subida de las ventas y quiénes se van a encargar de desempeñar esa labor.
Objetivo: Medible
Los objetivos tienen que poder cuantificarse. Siguiendo con el ejemplo anterior, tienes que saber cuánto ganas ahora y cuánto esperas estar ganando cuando las ventas suban ese 30% fijado. ¿Son 50.000 euros, 100.000 euros, un millón?
En este caso no debes esperar a que se cumpla la fecha que te has dado de plazo. Cada cierto tiempo tienes que comprobar si se han producido avances. Así, podrás rectificar en caso de que sea necesario.
Objetivo: Alcanzable
No basta con establecer un objetivo y ya. Este tiene que ser realista y responder a tu capacidad. Las metas dependerán de variables como el número de empleados, los recursos o la tecnología con la que cuentas.
Además, tienes que analizar las tendencias del mercado y lo que está haciendo tu competencia para definir estrategias que te permitan alcanzar tus objetivos. Puede que necesites dar una vuelta a tu oferta, a tu modelo de negocio, o a su plan de marketing.
Objetivo: Realista
Que un objetivo sea realista, no significa que no sea realizable. Una meta realista tiene que ajustarse a la realidad de tu empresa, pero a la vez tiene que ser un reto en sí misma. Es necesario motivar al equipo para alcanzar la misma.
También es importante que te adelantes a los posibles obstáculos con los que vas a encontrarte y que tengas claro qué es lo que vas a necesitar. Como en este caso tu intención es aumentar las ventas, un aspecto muy importante es conseguir generar más valor para retener a tus clientes actuales y atraer a los nuevos.
En el supuesto de que hayas pensado en ofrecer nuevos productos o servicios, no puedes pasar por alto si realmente cuentas con el talento y los recursos necesarios para lograrlo. En caso contrario, este objetivo no es inteligente.
Objetivo: A tiempo
¿Cuál es la fecha límite para cumplir el objetivo? En el ejemplo propuesto hemos dicho que dos años. Pues bien, tu equipo debe tener ese plazo claro desde el principio. Técnicas de Lean Management te ayudarán a fijar hitos intermedios y revisar los avances de manera habitual, enfocando los esfuerzos en los pequeños avances y garantizando la agilidad.
Utilizar S.M.A.R.T no solo te permite dedicar el tiempo y la atención necesaria a tus objetivos, desde su diseño hasta su consecución. Si no que además te permite motivar al equipo al tener una meta conjunta, bien definida y lo que es más importante, bien comunicada.
¿Te parece que S.M.A.R.T es la herramienta perfecta para fijar objetivos de manera inteligente?
Sí, parece que sí. Sin embargo, la polémica continua. En enero de 2017 la Harvard Business Review publicó el artículo “3 Popular Goal-Setting Techniques Managers Should Avoid” (Dick Grote) en el que se pone en duda la eficacia de esta técnica.
En este artículo Grote se remonta a 2.002, año en el que los profesores Edwin A. Locke y Gary P. Latham (ambos expertos académicos en la definición de objetivos) publicaron un artículo en American Psychologist resumiendo los principales hallazgos de sus 35 años de investigación:
- Establecer metas específicas y difíciles consistentemente conduce a un mayor rendimiento que solo instar a las personas a hacer lo mejor.
- Los objetivos ambiciosos generan un mayor esfuerzo que los objetivos fácilmente alcanzables, y los objetivos más difíciles producen los mayores niveles de esfuerzo y rendimiento.
- Los plazos ajustados conducen a un ritmo de trabajo más rápido que los plazos flexibles.
- Hacer un compromiso público con un objetivo mejora el compromiso personal.
- Si el objetivo se establece por mutuo acuerdo o solo por el jefe, no hay una gran diferencia en el logro del objetivo.
En base a estos principios, Grote considera que la técnica S.M.A.R.T permite definir objetivos inteligentes pero no sabios, al partir de la hipótesis de que esta técnica fomenta que las personas establezcan objetivos fácilmente alcanzables (no es sencillo fijar metas que no son fácilmente alcanzables cuando tu rendimiento se va a medir en base a los resultados).
Por ello, Grote anima a que la técnica S.M.A.R.T se utilice para verificar si los objetivos han sido bien definidos, en vez de para determinar que objetivos es inteligente perseguir.
Bien para definir o para verificar, S.M.A.R.T te ayuda a visualizar a dónde quieres llegar.