¿Qué objetivos se plantea esta medida?

Esta nueva legislación consta de 69 artículos, con el objetivo final de trazar una hoja de ruta marcada por la calidad y la competitividad del ecosistema científico y tecnológico asturiano que contribuya a impulsar una economía basada en el conocimiento y que genere desarrollo tecnológico, riqueza y empleo.

La Ley de Ciencia se trata de la primera norma que se aprueba en el Principado de Asturias para regular la ciencia, el desarrollo tecnológico y la innovación. Como primeros objetivos se encuentran blindar la inversión pública y también incentivar la financiación privada.

También apuestan por ampliar de cinco a siete años los programas de ayudas y atracción de talento para converger con la media de inversión nacional y europea. Este nuevo panorama va a permitir que el trabajo se realice con más previsión, además de otorgar una mayor estabilidad a las convocatorias de investigación e innovación.

En el aspecto puramente económico, el proyecto tiene la previsión de llegar en el año 2030 a la cantidad de 1.075 millones de euros anuales destinados a I+D+i, tanto de financiación pública como de financiación privada. De llegar a cumplir con el planteamiento económico del proyecto, supondría un 3% del PIB total de la región y algo más del 4% del presupuesto autonómico. 

La norma fomentará también la colaboración público-privada, a través de la puesta en marcha de entornos controlados para la realización de pruebas y de ensayos, y la compra pública innovadora. De igual forma, se va a facilitar la transferencia de conocimiento y la innovación empresarial. 

Entre otros muchos puntos que se incluyen dentro de esta Ley de Ciencia, se contempla la creación del registro del Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SACI), y de un Observatorio Asturiano de la Innovación. Este último será un espacio de cooperación en el que se compartirán datos, información y los últimos avances del sector.